Inteligente, carismático, alegre, humano, pasional e inspirador. Pocas veces uno se cruza profesionalmente con estos seres especiales que te envuelven con toda su energía. Unos pocos encuentros me bastaron para captar la esencia de un tipo fenomenal que hacía de la empatía, un culto. Era inevitable sentirse cómodo a los 5 minutos de conocerlo y a los 10, ya te estaba planteando un desafío. Diego tenía la capacidad de contagiar “la vida” que le ponía a la vida en todos sus planos. Sencillamente una persona extraordinaria, que sólo abandonó su envase para elevarse y estar siempre presente, pero desde otro lugar.
Como muchísimos colegas, comparto profundamente la tristeza de esta inexplicable partida y es muy difícil imaginar el sentimiento que deben estar atravesando sus familiares y amigos de toda la vida, a quienes desde este humilde lugar, los acompaño en este momento.
A fines de abril de este año, Diego nos visitó en UADE, donde dio una charla que fue memorable. Al día siguiente llovían los mails donde los alumnos le agradecían la inspiración de sus palabras. En esa charla, les puedo decir que hubo momentos donde me emocioné profundamente al escucharlo, porque es inusual que una persona transmita tan claramente su amor a una profesión resaltando los aspectos más humanos que la constituyen. Al igual que muchas personas que en mayor o menor medida lo conocimos, quiero agradecerle a Diego la inmensa generosidad de haber dejado en nosotros parte de su magia.
lunes, 25 de agosto de 2008
Este pequeño homenaje para el “Coloso” Diego Segura
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