jueves, 27 de marzo de 2008

Kristina, el campo, las cacerolas y el diálogo

En el marco de este grave conflicto entre el gobierno y el campo que preocupa a muchos de nosotros es interesante analizar el rol de la comunicación y fundamentalmente el del diálogo y la negociación. Más allá de las cuestiones técnicas, es impensable que un gobierno democrático decrete un aumento en las retenciones del 45% al sector agropecuario sin antes haber creado un espacio de negociación con los sectores correspondientes garantizando un nivel de representatividad de sus intereses. Más grave aún es no haber anticipado la posible respuesta que, para sorpresa de muchos, no fue solo del sector afectado sino también de otros integrantes de nuestra sociedad. Y lo más lamentable es dirigirse a todo un país con un discurso confrontativo que aleja posiciones, que reduce el espacio de un posible acuerdo y que, con mucha tristeza, invita a enfrentar a argentinos contra argentinos.

El peligro de la unilateralidad
Creo que es responsabilidad de todo gobierno elegido libremente por la ciudadanía tomar decisiones en favor del bien común pero basadas en el consenso. Previo al 11 de marzo considero que debería haber sido el gobierno quien debiera haber invitado a los sectores del agro a conversar con relación a estas nuevas medidas para que, en conjunto y antes de que sean implementadas, se llegara a un acuerdo razonable en las retenciones. Es evidente que ese espacio de diálogo previo nunca existió y frente a las medidas del gobierno, el campo contestó con paros y cortes de ruta. Tal como lo señaló la misma Presidenta en su participación del Grupo de Río en la reunión en Rep. Dominicana con relación al conflicto Ecuador - Colombia "la Argentina rechaza cualquier decisión que sea tomada unilateralmente. Estamos en contra de la unilateralidad de las medidas". En este caso la Presidenta no pudo poner en práctica sus propios dichos que sí aplicaban como sugerencia a nuestros países hermanos pero no para ejercitarlos en "nuestra propia casa". Sin duda, alinear los intereses (a veces muy contrapuestos) de distintos sectores no es tarea fácil y en eso, los relacionistas públicos sabemos bien de qué se trata pero es imposible creer que la unilateralidad en la toma de decisiones es lo que fortalece a un gobierno sino todo lo contrario. La unilateralidad en la toma de decisiones siempre trae problemas y más aún cuando los intereses de quienes se ven afectados no han sido tenidos en cuenta con antelación. Comunicar sin antes haber escuchado es un error fatal en cualquier programa de relacionamiento pero fundamentalmente, es necesario crear un espacio adecuado para que esa comunicación en primer lugar exista y luego pueda ser bidireccional y efectiva.

Cuando el tono hace a la canción
En su segundo discurso, la Presidenta aún sigue impregnando sus mensajes con alto contenido ideológico en vez de hacer foco solo en el problema pero disminuyó los decibeles. A diferencia del primer discurso, aclaró el alcance de las medidas en términos de sectores específicos. Además, pasamos de la frase "del piquete de la abundancia" a un "les pido por favor que levanten el paro" y principalmente, dijo estar dispuesta al diálogo con los sectores. Sin embargo, es evidente que este diálogo debería haber sucedido antes de las medidas y más aún, debería haber sido convocado en su primer discurso (cosa que no ocurrió). Ahora el gobierno dice que "no puede sentarse a negociar con un revólver en la cabeza" y a través de este mensaje por un lado se victimiza y por el otro, condiciona el ámbito de la negociación apelando al levantamiento del paro para poder avanzar en un acuerdo. Al menos, con una condición mediante, existe la intención de dialogar. Habrá que esperar la respuesta del agro que, siguiendo la lógica de cualquier proceso de negociación, es posible que dé a conocer sus condiciones para comenzar la instancia del diálogo. Es importante el rol que juegan las entidades que nuclean a este sector para saber si realmente tienen una representatividad sólida ya que hemos visto cómo las bases han tomado sus propias iniciativas frente al paro sin convalidar que éstas estén alineadas con la entidad que oficialmente representa sus intereses.

Un gobierno para todos
Gobernar para los ricos es tan aberrante como gobernar sólo para los pobres, no sólo porque en el medio hay un montón de gente que no es ni rica ni pobre (aunque cada vez hay menos), sino que un gobierno tiene que gobernar para todos sus ciudadanos y en este sentido su obligación es tener la misma apertura al diálogo para cada uno de los sectores que la componen.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

El poder de la palabra

Más allá de las implicancias políticas del conflicto agrario y los intereses contrapuestos de distintos sectores, fue un discurso lo que provocó la reacción ciudadana del pasado martes por la noche, expresada a través del redoblar de cacerolas en casi todo el país.
Estos episodios deben al menos hacer reflexionar a todos aquellos profesionales – y quienes pretendemos serlo – de las comunicaciones en todos sus niveles, confirmando una vez más la envergadura, el poder y el peso que pueden tener las palabras sobre todo en una situación de crisis.

Dos errores podemos vislumbrar al menos desde el punto de vista de una comunicación estratégica en momentos de crisis. El primero es la ausencia, el silencio mediático y el asilamiento de una de las partes implicadas en el conflicto que necesariamente da lugar a toda clase de conjeturas e interpretaciones negativas. En comunicación el lugar que no ocupa uno, es ocupado por el oponente o la competencia.

A este error estratégico se le suma un segundo traspié que vale la pena analizar. Sin duda el sentido común es una aptitud muy valiosa para un especialista en comunicación y ésta debe ir acompañada por el difícilmente mensurable tacto. De eso adoleció el discurso presidencial el martes por la tarde. Luego de callar durante días el siguiente movimiento pretendió, como adujeron funcionarios cercanos al gobierno, recobrar el espacio perdido en los medios y la opinión pública. El error fue intentarlo por medio de un discurso de confrontación que buscó con de ironías y metáforas provocadoras ubicar a la ciudadanía en contra del reclamo del campo. En lugar de optar por la mesura y la conciliación el mensaje clave apuntó a endurecer posiciones y acrecentar distancias, estilo que caracteriza al actual gobierno pero que, como es evidente, no sirve para negociar y por lo ocurrido posteriormente, tampoco para mejorar su imagen.

Esta vez no hizo falta meterse con el dinero de los ahorristas para lograr que una multitud saliera a las calles en forma de protesta contra el gobierno, vastó con la palabra.

Julio Aguinalde
Estudiante de Relaciones Publicas e Institucionales de la Universidad Argentina de la Empresa

Anónimo dijo...

Las relaciones humanas están en un todo mancomunadas,con las relaciones interpersonales,los vínculos de amistad, de parentesco,de relaciones afectivas de relaciones amorosas,que son componentes de integración de compromiso,sin eufemismos, no se puede decir que estamos en democracia,implementantando la mayor cantidad de DNU en toda la historia ARGENTINA.
También se habla de democracia,cuando no funciona el debate,el intercambio de ideas de los representantes del pueblo reunidos en ambas cámaras legislativas.
Tampoco estoy deacuerdo con los sicarios subencionados por el estado con el producto de las retenciones, usándolos como fuerza de choque,con blumberg,con las esposas de excompatriotas o escraches ante determinadas personas como si ellos fueran impolutos ya que nuestros gobernantes también fueron personas de armas portar.
Por eso estamos en presencia de esta hecatombe,que nos precipita al nuevo enfrentamiento y divisiones con dobles discursos que nos pude llevar a un abismo de dudoso retorno,como siempre nos ha llevado el partido gobernante.Y esto tiene origen en nuestro país hasta hace poco quebrado,decadente,explotado,saqueado,prostituido y mancillado,por una clase de dirigentes corrupta,carente de principios éticos como morales.
Tan incapaz, como voraz en sus ambiciones de poder y bienes materiales casi siempre,mal habidos
POCHO DE AVELLANEDA

Anónimo dijo...

La falta de dialogo y autoritarismo del mandato de Kirchner fue funcional al caos de aquella epoca. En este segundo mandato la stucacion es diferente, y la falta de dialogo extrema concetracion de poder que fueron algunos de los factores de exito del primer mandato seran los que condenen a este segundo periodo con Chris K.

S&P ya adelanta que la falta de dialogo podria afectar la calificacion de la duda soberana Argentina.

Chrsitina aun tiene la oportunidad de reconciliarse con todos los sectores, apoyarse en la comunicacion y su carisma y acercar posiciones en pos de una mejor gobernabilidad.

Anónimo dijo...

Siento que este tipo de situaciones críticas permiten interiorizarnos con aspectos que posiblemente ignorábamos.
Lo que puedo opinar al respecto son dos posibles posturas:
- estrategia de negociación caracterizada por el choque, la negación inicial, para que al momento de sentarse a hablar exista un terreno apropiado a los objetivos del gobierno.
- la idea de dirigentes soberbios,autoritarios, a quienes les resulta conveniente la desinformación, o la multiplicidad de opiniones.

Sería interesante plantear qué ocurriría si estas medidas hubieran sido correctamente comunicadas a la sociedad. Aplicando conceptos macroeconómicos, de fácil entendimiento para los diferentes públicos.
Me pregunto, cuánto tiempo tardarán éste y otros gobiernos en VER que la legitimidad es origen, medio y fin de toda actividad política. Si tuvieran presente este factor y supieran relacionarse con quienes lo conforman, nos encontraríamos ante una nueva era de comunicación en nuestro país.
Pugno por verlo, participar y dejar de ver, de una buena vez por todas, una sociedad que no termina de entender lo que ocurre a su alrededor.